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Las escuelas de la psicológica en terapia: Qué son y en qué se diferencian (II)

Índice de contenidos

Continuamos el repaso a las principales escuelas de la psicología y enfoques terapéuticos y vamos a retomar para ello la línea temporal que dejamos en la entrega anterior. A partir de finales de los 50 como ya dijimos, aparecen nuevas formas de concebir la psicoterapia que romperán la rígida división entre psicoanalistas y conductistas; la “revolución” cognitiva, de la que también nos ocupamos, tendrá importantes ramificaciones, y aparecerá además el movimiento humanista.

Las escuelas de la psicología

Seguimos con el pequeño repaso sobre cómo trabajan en consulta las principales escuelas de la psicología y escuelas terapéuticas.

Las terapias cognitivo-constructivistas y sistémicas

Una parte de las teorías cognitivas dio lugar a la rama de terapias que se conoce como cognitivo-constructivistas, cuyos representantes principales son George Kelly, Albert Ellis y su terapia racional emotiva y los autores de la escuela de Palo Alto (Nardone y su modelo de Terapia Breve Estratégica). Dado que la escuela de Palo Alto trabajaba esencialmente con teorías sobre la comunicación humana, y que su enfoque psicoterapéutico (conocido como terapia sistémica) se aplicaba en el trabajo con familias, esto dio lugar al nacimiento de lo que se conoce como terapia familiar sistémica, aunque se pueda aplicar a otros ámbitos clínicos.

watzlawickEl constructivismo parte de la base de que los humanos somos una especie de “científicos” de la realidad; al explorarla estamos construyendo continuamente esquemas para poder comprenderla y actuar sobre ella. Cuando nos encontramos una situación nueva, echamos mano de estos esquemas (basados en nuestra experiencia previa) para afrontarla. Los problemas psicológicos aparecen cuando nuestros esquemas no nos están sirviendo y no somos capaces de encontrar otros nuevos que podamos integrar para comprender la realidad percibida. Por ello, es esencial conocer el “mapa mental” del paciente para saber cómo construye la realidad; lo que es importante y lo que no, sus valores, creencias y formas de entender el mundo, que no son correctas o incorrectas, sino más bien que sirven o no sirven. Los terapeutas sistémicos se centran por su parte en analizar los patrones de comunicación de las personas, para detectar qué procesos están funcionando insatisfactoriamente y qué soluciones puestas en práctica por los pacientes contribuyen a sostenerlos (“la solución es el problema”) con el fin de proponer cambios que alteren el funcionamiento del sistema (es decir la persona y su entorno).

Los psicólogos de estas corrientes emplean muchas técnicas destinadas a descubrir el mapa cognitivo del paciente para poder trabajar sobre él. Se da mucha importancia a las dimensiones o polaridades de la persona, es decir, los ejes de los esquemas mentales en que se mueve, formados por dos opuestos (por ejemplo, introvertido-extrovertido). También a analizar mediante preguntas, llamadas “circulares” en el caso de las familias o parejas, para averiguar sus patrones de comunicación. Tienen por ello un componente cognitivo fuerte, alternan ejercicios para hacer en casa o en la consulta con la “talking cure” o terapia por la palabra, aunque se encuentran en un nivel intermedio de directividad entre el psicoanálisis y lo cognitivo-conductual. Estas escuelas psicológicas consideran al paciente un igual, o incluso parten de la base de que el experto es el paciente.

El movimiento humanista

El humanismo no consiste en una escuela de la psicología concreta; más bien se trata de una amplia variedad de enfoques psicoterapéuticos que comparten algunos principios comunes. Esta diversidad es un reflejo de su origen, y expreso deseo de sus iniciadores, profesionales de disciplinas muy diferentes. La lista es larga y bastante impresionante, comenzando por Erich Fromm, Fritz Perls o Eric Berne, psicólogos existencialistas como Rollo May o Viktor Frankl…todos ellos parten de la base de que la persona es más que la suma de sus partes, un individuo peculiar cuya existencia se expresa dentro de la relaciones humanas. Como seres conscientes, los humanos elegimos y decidimos y nos orientamos a metas, objetivos y valores que están en la base de nuestra identidad. Un problema psicológico es un bloqueo que nos impide movernos hacia esta meta de realización personal (y aquí la psicología humanista asume el planteamiento constructivista de la percepción subjetiva de la realidad); el objetivo de la psicoterapia es por tanto el crecimiento personal.

Para el humanismo, la persona que acude a terapia posee las cualidades y la capacidad necesaria para superar sus bloqueos y avanzar hacia esta meta de crecimiento. Esta visión optimista de la dimensión humana es muy característica  de la psicoterapia de esta escuela, que incide principalmente en las características de la responsabilidad (capacidad de elegir, de cambiar y de moverse hacia un proyecto vital acorde con nuestras creencias y valores) y de la creatividad en la búsqueda de soluciones como elementos claves en el desarrollo de la terapia. El humanismo rompe así la tendencia patologizante de las escuelas psicológicas tradicionales y se centra en estudiar a la persona sana, para encontrar las capacidades de ésta de llegar a estados de equilibrio, plenitud y realización.

Técnicas humanistas

Fritz PerlsLas técnicas humanistas son muy variadas, desde el psicodrama y los trabajos con la expresión corporal, la bioenergética y las terapias reichianas de resistencias corporales, pasando por las conocidas de la terapia Gestalt como ejercicios de fantasías guiadas, la famosa técnica de la “silla vacía”, donde la persona se dirige a alguien ausente (o a una parte de sí mismo), el trabajo con los sueños … o terapias más de tipo cognitiva o de cura por la palabra como puede ser el Análisis Transaccional de Berne. Lo más habitual es encontrarse una combinación de técnicas que puedan explorar tanto el plano cognitivo como el emocional y el somático, ya que se entiende que están relacionados e integrados en la estructura de la persona.

Los terapeutas humanistas conciben también a su paciente como un igual y le proporcionan un espacio confiable donde se sienta aceptado y cómodo para trabajar cualquier problema que le preocupe. Las actitudes que Carl Rogers consideraba esenciales en un profesional con el fin de crear un buen vínculo terapéutico (empatía, aceptación incondicional y autenticidad), se han convertido en conceptos aceptados por prácticamente todas las escuelas. La terapia es la colaboración de dos expertos; uno en técnicas psicoterapéuticas y otro en su propia vida. Las sesiones suelen incluir ejercicios de fantasía, algunos emocionalmente muy potentes (especialmente los gestálticos), y no es extraño disponer de elementos como cojines, figuras, máscaras u otros objetos que sirven de ayuda al desarrollo de la sesión.

Las terapias suelen ser por tanto bastante eclécticas y disponer de infinidad de herramientas; generalmente se les acusa de ser bastante laxas en sus fundamentos científicos, y de hecho la literatura académica no es muy pródiga que digamos comparada con el enfoque cognitivo-conductual o incluso el psicoanálisis. Si bien es cierto que algunos autores no se preocuparon especialmente por dotar a su trabajo de un armazón teórico sólido (como Perls), en otros el esfuerzo es muy notable (el modelo de Berne). Un buen terapeuta humanista tiene a su disposición abundante material teórico de origen filosófico y científico; la cuestión del trabajo académico aquí tiene más parecido con el caso del psicoanálisis, debido a que ambas corrientes se centran en cada caso clínico concreto, más que en extraer patrones generales o clasificaciones de tipo clínico desde una perspectiva más medicalizada.

La psicoterapia humanista, por otra parte, a pesar de su efectividad y su espíritu abierto a otras concepciones terapéuticas, sigue siendo vista con algún recelo dada la espectacularidad de algunas de sus técnicas; la capacidad de “sacudir” la estructura defensiva de un paciente con algún ejercicio catártico provocando que éste quede indefenso puede resultar muy amenazante. Por eso es imprescindible que el terapeuta sepa qué está haciendo y para qué lo hace, y que tenga la capacidad de sostener al paciente en su proceso de construir una forma alternativa y más creativa de aceptar sus partes rechazadas y afrontar sus problemas. Lamentablemente en esta corriente se adscriben también terapeutas que carecen de la formación mínima necesaria, y tan sólo aprendiendo a aplicar ciertas técnicas pueden producir perjuicios graves a quienes acuden a su consulta, así como disciplinas de dudosa base más cercanas al pensamiento mágico, aprovechando una supuesta afinidad con algunos conceptos de la filosofía oriental y la espiritualidad incorporados al humanismo.

Las escuelas psicológicas actuales

Si bien estas son quizá las principales formas de concebir la práctica de la psicoterapia, pudiendo ubicarse la mayoría de los terapeutas en alguna de ellas, continúan apareciendo nuevos métodos y concepciones sobre el trabajo terapéutico que afortunadamente parecen no tener problema en integrar aportaciones de distintas escuelas de la psicología de forma más armoniosa; De hecho en muchos casos es difícil adscribir al profesional en una escuela “pura”. Algunas de las propuestas de las escuelas psicológicas actuales más modernas son un ejemplo de este espíritu integrador, como puede ser la Terapia de Aceptación y Compromiso, que partiendo de planteamientos procedentes de la escuela cognitivo-conductual, incluye técnicas típicas del humanismo (como la meditación, por ejemplo, o el uso de la narrativa o la metáfora), con lo que cubre con ello un “punto débil” tradicional de este enfoque como es el trabajo con las emociones y su relación bidireccional con el pensamiento. A pesar de que siguen apareciendo terapias nuevas con cierta regularidad, lo cierto es que no suele tratarse en lo teórico de aportaciones rupturistas alejadas de lo que acabamos de contar, sino más bien adaptaciones de esquemas ya conocidos, con la incorporación de técnicas específicas o novedosas. Un ejemplo de esto sería la muy difundida últimamente Psicología Positiva, que en realidad toma muchos de sus postulados de la Psicología Humanista, convirtiéndolos en una especie de filosofía de la felicidad bastante sesgada y más próxima a remedios de teletienda, con un preocupante olvido de la importancia de todas las emociones en la experiencia vital.

Se trata de un proceso en cierto modo natural, dado que desde cada posición teórica, las décadas de avances y trabajo de campo han podido consolidar algunos procedimientos comunes aceptados por casi todo el mundo, como puede ser la importancia esencial del vínculo entre terapeuta y paciente en el éxito de la terapia, el cuidado del marco y el entorno de la terapia, o la atención a la subjetividad del propio paciente. De todas formas, no es probable que este proceso derive en una futura unificación de la psicoterapia; en las mismas bases teóricas de cada modelo hay una concepción muy diferente del ser humano, su propia individualidad, sus motivaciones, su relación con el mundo que le rodea que, en definitiva, están relacionadas con todas aquellas preguntas que la filosofía se ha hecho desde el principio de los tiempos sobre el ser humano. En esas condiciones, creemos que es prácticamente imposible que la psicología clínica se convierta en una disciplina uniforme alguna vez. Y la verdad es que nos alegramos de ello.

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Psicóloga en Barcelona Mónica Antequera

Mónica Antequera Fariña

Psicóloga y Psicoterapeuta

Especialidades: Terapia individual, Trauma, violencia de género, Terapia familiar

Psicóloga y psicoterapeuta humanista (Núm.Col. 16.934) Licenciada en Psicología (UB 2004), Doctorado en Personalidad, Desarrollo y Comportamiento Anormal (UB 2008), Máster en Terapia Cognitivo Social (UB 2009), Máster en Psicoterapia Humanista Individual y de Grupo (Instituto de Interacción 2014). Especializada en tratamientos avanzados para el trauma psicológico: Psicoterapia y Reprocesamiento del Trauma (Instituto Alecés 2016), Brainspotting I y II (Instituto Alecés 2016) y Psicoterapia Sensoriomotriz. Desregulación afectiva, defensas de supervivencia y memoria traumática (Sensoriomotor Psychotherapy Institut e Instituto Carl Rogers 2017). He realizado actividades de investigación, formación e intervención psicoterapéutica en diferentes ámbitos (conducta violenta, violencia de género, fibromialgia, terapia familiar, discapacidad, trastorno mental grave, grupo de ayuda mutua y crecimiento personal, entre otros). Durante el 2017 participé en el equipo de investigación de la UOC en el proyecto Escola Nova 21 sobre nuevas pedagogías. Autora de varios artículos científicos en el ámbito de la psicología clínica, he sido premiada por el estudio “Personalidad y psicopatología en menores infractores” por el Centro de Estudios Jurídicos y Formación Especializada. Atiendo exclusivamente online.

Psicóloga en Barcelona Lumi Espinar

Lumi Espinar

Psicóloga General Sanitaria y Psicoterapeuta

Especialidades: Terapia individual, coaching, ansiedad, depresión

Soy Psicóloga y Psicoterapeuta humanista. Colegiada nº 22102 por el Colegio Oficial de Psicólogos de Cataluña y acreditada como Psicóloga General Sanitaria por la Generalitat de Catalunya. El grado en Clínica me dio las bases científicas para ejercer mi profesión con rigor y bajo preceptos científicos. El máster realizado en el Instituto Fromm, me dio la oportunidad de ampliar técnicas terapéuticas que me permiten tratar a mis pacientes de forma holística. Aparte de mi amplia experiencia como psicóloga y psicoterapeuta,  dirijo proyectos en empresas privadas sobre estrategias en manejo de equipos, análisis de comportamiento grupal e individual e ideación y desarrollo de investigaciones cualitativas relacionadas con las tendencias del comportamiento humano ante determinados productos y servicios, así como en la construcción de relaciones personales y profesionales.  En mi tiempo libre asisto a Congresos, amplío experiencias con otros profesionales del sector y colaboro en diferentes centros dando charlas sobre temas específicos, como crecimiento personal, adolescencia y crisis de identidad, qué hay detrás de la apatía y un largo etcétera de temas que son de gran interés y forman parte de nuestra vida y de la vida de las personas que nos rodean. Atiendo exclusivamente online.

Noemí Bartolomé

Noemí Bartolomé

Psicóloga, Psicoterapeuta y Pedagoga

Especialidades: Infantojuvenil, Terapia de pareja, Terapias contextuales

Psicoterapeuta especializada en el ámbito clínico (COPC nº 32008) y graduada en pedagogía. En el ámbito de la psicología clínica he realizado un máster en terapias contextuales y mi enfoque incluye terapias como la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), la Activación Conductual (AC) o la Terapia Dialéctico Comportamental (DBT).
Algunas de mis áreas de especialización son la depresión, ansiedad, conflictos relacionales, autoestima, y terapia infanto-juvenil. Mi objetivo es acompañar a las personas para que logren construir una vida plena y con sentido.

Atiendo en modalidad presencial y online.

Psicóloga en Barcelona Paula Corella

Paula Corella González

Psicóloga y Psicoterapeuta

Especialidades: Ansiedad, depresión, TOC, trastornos de personalidad

Psicóloga (Colegiada COPC nº 30079) y psicoterapeuta especializada en el ámbito clínico. Máster en Psicología Clínica en la Universidad de Utrecht en los Países Bajos. He vivido en Holanda 3 años, durante los cuales estudié el máster y trabajé como psicóloga en la Clínica Privada Ravellaan, proporcionando psicoterapia en inglés, español y catalán. Experiencia con ansiedad, depresión, trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y trastornos de la personalidad (TOC y trastorno límite). En mi tesis del máster investigué sobre trauma y rituales colectivos, y su posible implicación en la reactivación del trastorno por estrés post-traumático y de los procesos de duelo en individuos de la primera y tercera generación desde la Segunda Guerra Mundial. Atiendo en modalidad presencial y online.

Kevser Çakmak

Kevser Çakmak

Psicóloga y Psicoterapeuta

Especialidades: Infantojuvenil, Terapia de pareja, Terapia familiar

Describo mi orientación terapéutica como ecléctica con un enfoque humanista. Soy Licenciada en Psicología y durante el Máster me especialicé en psicoterapia infantil y adolescente con un sólido enfoque de psicología del desarrollo. Trabajé en un departamento de psiquiatría infantil en un importante hospital de Turquía y adquirí mucha experiencia con niños con trastorno del espectro autista. También soy evaluadora certificada de WISC-IV (Prueba de inteligencia para niños) para medir su grado de desarrollo y brindarles el apoyo y la dirección adecuados. Especialista en Terapia de Juego, Terapia Cognitivo Conductual para jóvenes (TCC) y Terapia Familiar. Actualmente, estoy completando un doctorado en consejería de parejas desde la Terapia Narrativa (psicoterapia de tercera generación) para abordar cualquier problema relacional o conflicto. Algunas de mis áreas de especialización:

  • problemas de desarrollo en niños, adaptación escolar, trastornos del aprendizaje, ansiedad, depresión, tics, conductas suicidas, celos entre hermanos, asesoramiento en caso de divorcio para niños y padres
  • problemas de comunicación y relacionales para parejas.

Atiendo en modalidad presencial y online.

Psicóloga en Barcelona Andrea Bos

Andrea Bos Real

Psicóloga, Psicoterapeuta y Criminóloga

Especialidades: Ansiedad, depresión, trauma, trastornos de personalidad

Estudié Psicología para poder acompañar a las personas en la mejora de su bienestar y en su proceso de crecimiento personal. Psicóloga colegiada por el COPC (nº 30.030) y licenciada en Criminología (UB, 2015). En el ámbito de la psicología clínica, tengo formación en técnicas de relajación para tratar bloqueos y traumas y en herramientas de intervención terapéutica con niños y adolescentes con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Para ampliar mis conocimientos en el campo de la psicología forense, realicé un curso de Especialización en Entrevista Psicológica en casos de maltrato y abuso sexual infanto-juvenil. Atiendo en modalidad presencial y online.

Psicólogo en Barcelona Álex García

Alejandro García Alamán

Psicólogo General Sanitario y Psicoterapeuta

Especialidades: Terapia sexual, terapia de pareja, adolescentes

Psicólogo General Sanitario (colegiado COPC nº 21.430) y psicoterapeuta. Máster en Psicoterapia Humanista Integradora  (Instituto Erich Fromm, 2015). Postgrado como especialista en Terapia Sexual y de Pareja (UB, 2018). Curso un doctorado en Psicología y Salud por la UOC sobre relaciones a través de aplicaciones de citas. Amplia experiencia como terapeuta individual y de pareja, especializado en ansiedad, relaciones de pareja y terapia con adolescentes. Colaboro con diversas entidades como formador y docente. Tutor de prácticas de estudiantes de Psicología (UNED, UOC) y de diversos Masters (UB, ISEP). Profesor colaborador del Grado de Psicología en la UOC. Ingeniero superior de Telecomunicaciones, con 20 años de experiencia profesional como consultor de proyectos IT. Colaboro con proyectoART como psicoterapeuta. Escribo en el magazine digital JotDown en temas relacionados con la psicología. Atiendo en modalidad presencial y online.